Project Description
La Medicina Interna engloba todo tipo de sistemas y patologías que se dan en nuestras mascotas día a día y que es muy importante tener en cuenta a la hora de abordar un buen diagnóstico y tratamiento para poder conseguir la calidad de vida que se merecen.
Esta especialidad se dedica a la atención integral de la mascota enferma, orientada al diagnóstico y el tratamiento no quirúrgico de diferentes patologías que afectan a órganos y sistemas internos (sistema respiratorio, endocrino, gastrointestinal, metabólico, endocrino, metabólico, renal…).
Gracias a nuestro servicio de Medicina Interna veterinaria podemos diagnosticar y tratar con garantías gran cantidad de patologías orgánicas y sistémicas, y problemas de salud que afectan de forma conjunta a varios sistemas. El objetivo es siempre el diagnóstico más certero y la mejor solución posible, que es el sentido de nuestro ejercicio profesional veterinario.
La Medicina Interna veterinaria requiere una amplia formación y una actualización y reciclaje constantes para llevarla a la práctica de forma efectiva
A título de ejemplos, podemos enumerar los siguientes tipos de enfermedades dentro de las más frecuentes que tratamos en nuestro centro a través de la especialidad de Medicina Interna.
- Enfermedades digestivas: enfermedad inflamatoria de los intestinos, intolerancias alimentarias…
- Enfermedades hepáticas: hepatitis crónica, cirrosis…
- Enfermedades renales y urinarias: enfermedad renal crónica, insuficiencia renal aguda, litiasis…
- Enfermedades del pancreas: pancreatitis, insuficiencia pancreática…
- Enfermedades infecciosas multisistémicas: leishmaniosis, ehrlichiosis, ricketsiosis, leptospirosis…
- Enfermedades hematológicas y esplénicas: anemias, masas esplénicas, leucocitosis y leucopenias…
- Complicaciones de otros tratamientos: por ejemplo, efectos secundarios derivados de una determinada medicación…
Nuestros pacientes opinan:
FAQ (Preguntas Frecuentes)
Por supuesto que sí. Además será necesario realizar una evaluación previa en consulta por parte del cirujano para informar de todo el procedimiento.
Por supuesto que sí. El ayuno de comida debe ser de al menos 12 horas. El agua puede retirársela 3 horas antes del procedimiento quirúrgico.